Thursday, July 17, 2014

LA INFLUENCIA DEL COMUNISMO EN LA “CORTINA DE HIERRO”




LA INFLUENCIA DEL COMUNISMO EN LA “CORTINA DE HIERRO”

El nacimiento y la crisis de la Unión Soviética vinieron acompañados de varias expresiones que a lo largo de la historia y formando parte de varias décadas, todos aprendimos a utilizar, estas expresiones se convierten en un constante ejemplo que muchas naciones quisieran olvidar. Este es el caso de una de ellas, la llamada “Cortina de Hierro” o “Telón de Acero” expresión utilizada por Joseph Goebbels y Lutz Schwerin Von Krosigk, penúltimo y último Cancilleres de Alemania respectivamente, antes de establecerse la Comisión Aliada de Control en mayo de 1945.
Sin embargo fue el ex Primer Ministro británico, Winston Churchill, quien la hizo suya en un discurso para referirse a la frontera, no solo física sino también ideológica que dividió a Europa en dos después de la Segunda Guerra Mundial. Churchill popularizó el término en una conferencia en Estados Unidos en 1946, cuando dijo:
“Desde Stettin, en el Báltico, a Trieste, en el Adriático, ha caído sobre el continente (Europa) un telón de acero.”[1]
Esta frontera, física e ideológica dividió a los estados socialistas alineados política, económica y militarmente con la Unión Soviética y a los estados capitalistas que hacían lo mismo con Estados Unidos.
La división también era latente en dos sistemas militares contrapuestos, la Organización del Tratado del Atlántico Norte (1949) y el Pacto de Varsovia (1955), así como en las alianzas económicas, el Plan Marshall por un lado y el Consejo de Ayuda Mutua Económica por otro.
La Cortina de Hierro estaba conformada por las repúblicas democráticas de: (Alemania, Polonia, Checoslovaquia, Hungría, Rumania, Bulgaria, Yugoslavia y Albania), que ocupaban un área de 1.300.000 Kms2 con más de 100 millones de habitantes al final de la segunda guerra mundial.
A pesar de la aparente homogeneidad política que otorgaba el bloque al fenómeno político de un gobierno bajo administración exclusiva de partidos comunistas, o de alianzas de partidos con predominio comunista, en realidad las características básicas de sus estados conocen apreciables diferencias; desde la diversa variedad y riqueza de sus economías, con naciones industrializadas y otras apenas en vía de desarrollo, hasta la singularidad étnica, racial, cultural o religiosa.
La Cortina era un conjunto de pueblos o pluralidades de difícil armonización y precario compromiso político[2], una inmensa barricada que dividió al mundo en dos y mostró una vasta y compleja medida de la denegación de los derechos humanos, que obstruyó todo camino hacia una paz segura. [3]
¿Cuál fue el origen, desarrollo e influencia del Comunismo detrás de la Cortina de Hierro?, sin duda alguna, su naturaleza totalitaria, su sistema de controles absolutos y el contraste entre él mismo y los partidos democráticos. 

Uno de los nombres más inapropiados que le han sido aplicados a la élite que gobernó detrás de la Cortina de Hierro, era el de nombrar a el comunismo como un “partido”, porque cada vez que usamos la palabra “partido” estábamos, inconscientemente, atribuyéndoles a los comunistas un status de dignidad política que los mismos no merecían.

Porque un partido que no tolera la existencia de otros y ejerce el poder sin sujeción a las reglas de las elecciones democráticas, no es merecer de tal título. El comunismo en la “cortina de hierro”, no debió cuando llego al poder, tratar de eliminar a aquellos que se opusieron al mismo.

El carácter absoluto de su ideología autorizó a los comunistas a prescindir de toda limitación en el poder y justificar el que se tomarán las más crueles y despiadadas medidas para consolidar ese poder. No le era suficiente con alegar su derecho al mismo, sino que tuvo que organizar una militancia revolucionaria capaz de obtener los resultados deseados. Los partidos comunistas establecieron su poder detrás de la Cortina de Hierro, lograron apoderarse del gobierno y ejercieron un control totalitario sobre unas 18 naciones. [4]

Cuando el poder es ejercido por un grupo sin posibilidad de ser fiscalizado por los demás se cae en peligrosos extremos, frustrándose las esperanzas de los ciudadanos a encontrar remedios adecuados contra la corrupción del poder público. Por consiguiente, era absurdo hablar de la organización política comunista como si se tratara de un partido que funcionaba dentro del marco de la democracia política, porque, el objetivo del partido comunista no fue facilitar la democracia política, sino por el contrario destruirla.

Según el comunismo de la época, las acciones que se tomaron no fueron más que una defensa contra la “agresión capitalista imperialista” y el “espionaje”. Pero la cortina, detrás de todo esto se conoció como una función coercitiva del comunismo, por qué, que necesidad se ha de tener, al actuar tras de una barrera de alambre electrificado de púas, de campos minados, de atalayas, de estaciones de interferencia, de censura periodística y de restricciones de viaje.

En cualquier lado en que el “partido” tomó posesión, el hombre fue privado de sus libertades civiles y de sus protecciones jurídicas, teniendo como contexto un mundo libre y diversificado y no en el que arbitrariamente se mantuvo dividido por un tramo de diez mil kilómetros.

Pareciera que el comunismo de ese entonces, nunca quiso que se hablara de “La Cortina de Hierro” y se empeñó por dar la impresión de que, en conjunto, la barrera era más una invención de la propaganda occidental que una realidad vivida por los ciudadanos inmersos en ella. Vivir tras de alambradas electrificadas de púas, o explicar a todos los contendientes por qué un sistema que proclamaba su inmensa superioridad sobre el imperialismo capitalista, tiene que negar a su pueblo el derecho de elegir y comparar libremente, era la tarea del entonces Comunismo y la de sus más fieles seguidores.

Fue pues, La Cortina de Hierro utilizada como un instrumento por medio del cual el Partido totalitario se reservó el derecho a declarar crítica una situación y a ejercer un grado de dominio pertinente a un estado de crisis. Sin embargo es importante dejar claro que ninguna estructura racional de poder necesita un perpetuo estado de crisis, es más, una sociedad organizada es el marco para la vida humana, no es esencialmente un fenómeno, ni un agente continuo de programas relámpago y de misiones, como lo fue la famosa “Cortina de Hierro”.

No era posible esperar que en los países del oriente de Europa, sometidos durante largos años a regímenes francamente profacistas, carentes todos ellos de una tradición democrática, o por el sólo hecho del derrumbamiento de Hitler y de los gobiernos que le eran satélites, hubieran desaparecido automáticamente las raíces del fascismo que en esos países existían. [5]
Lo que ocurrió en ese entonces, fue una pérdida absoluta de la sensibilidad humana, pues la preocupación por la masa no dejaba ver al individuo. [6]

PANORAMA ACTUAL DE LA CORTINA DE HIERRO
Tras la reunión de ministros del Interior de la Unión Europea, celebrada en Bruselas, los funcionarios anunciaron que desde del 21 de diciembre de 2007, no habría más controles fronterizos terrestres entre Estonia, Letonia, Lituania, Polonia, la República Checa, Eslovaquia, Hungría, Eslovenia y Malta. Esta región de libre tránsito europea es conocida como “Espacio Schengen”.
En primera instancia, el anuncio se ubica en un ámbito estrictamente actual y regional, sin embargo, la ampliación del libre tránsito en la Unión Europea tiene repercusiones múltiples desde la perspectiva histórica, política y social.
La total libertad de tránsito, implica un paso importante dentro de la Unión Europea, uno de cuyos ideales consiste en convertirse en un espacio con libre tránsito de bienes, servicios y personas, así, la consecución de esta fase en el proceso de integración es sin duda una señal de que el bloque comunitario también es capaz de lograr acuerdos políticos y cambiar realidades concretas.
Pero, como se ha visto en otros procesos, la caída de los controles también implica retos desde la perspectiva social, aunque las revisiones de pasaporte y las largas filas en las fronteras pasaron a ser parte del recuerdo, prevalece la disparidad entre la situación del próspero occidente europeo y la precariedad de algunas naciones de Europa oriental.
Finalmente, la caída de los controles fronterizos tiene otra implicación social que fue abordada por el entonces ministro del Interior de Eslovenia, Dragutin Mate, para él, el libre tránsito es un paso muy importante desde el punto de vista humano. “Por fin, los ciudadanos de los países en los cuales ya no habrá controles pueden sentirse por completo europeos”, dijo el funcionario en Bruselas.
Hasta el momento son 28 países miembros de la Unión Europea, que conforman el «espacio de Schengen», que comenzó a operar formalmente el 26 de marzo de 1995.
Sesenta y dos años después de la Segunda Guerra Mundial y de la división de Europa en dos bloques, 18 años después de la caída del Muro de Berlín, y 12 años después de la apertura de sus primeras fronteras occidentales, la Europa de actual quebró los primeros tabúes abriéndose hacia el este y el sur a nueve países, todos miembros de la Unión Europea (UE) y la mayor parte ex satélites de la Unión Soviética: Estonia, Lituania, Letonia, Polonia, República Checa, Eslovaquia, Eslovenia, Hungría y la Isla de Malta. Este acontecimiento fue percibido como la última etapa del desmantelamiento de la Cortina de Hierro de la era estalinista.[7]










Bibliografía

  • Harry y Bonaro Overstreeet, 1964, La Cortina de Hierro, donde comienza la ofensiva de la libertad, México D.F, Editorial. Libreros Mexicanos Unidos. Titulo de la obra en ingles: The Iron Curtain by W.W. Norton &  Company, Inc. 1963.
·         Gonzalo Bula Hoyos, Contribución al Seminario Taller de Relaciones Bilaterales, Ginebra, Suiza., Marzo 1994. Crónica Histórica de un Imperio. Ricardo Eastman de la Cuesta. Tercer Mundo Editores, 1995.
·         Csanad Coth y Jozsef Takacs, Sistema de partido único detrás de la Cortina de Hierro, El régimen comunista en Europa Central y Oriental, Editorial Jus. México, 1964.
  • Gabriel García Márquez, De viaje por los países socialistas, 90 días en la “Cortina de Hierro”, Editorial La Oveja Negra, 1957.
·         Víctor Manuel Villaseñor, Al otro lado de la “Cortina de Hierro”, Sociedad de Estudios Internacionales. México 1946.

Paginas Web:
·         http://econpapers.repec.org/scripts/search.asp?ft=cortina+de+hierro. Acceso Marzo 22 de 2009.
·         http://es.wikipedia.org/wiki/Cortina_de_Hierro Acceso Marzo 22 de 2009.
·         http://www.radio.cz/es/articulo/48016. Acceso Marzo 22 de 2009.




[2] Gonzalo Bula Hoyos, Contribución al seminario taller de relaciones bilaterales, Ginebra, Suiza., Marzo 1994. Ricardo Eastman de la Cuesta, Crónica histórica de un imperio. Tercer Mundo Editores, 1995.
[3] Harry y Bonazo Overstreeet, La Cortina de Hierro, donde comienza la ofensiva de la libertad, México D.F, Editorial. Libreros Mexicanos Unidos. 1964. Titulo de la obra en ingles: The Iron Curtain by W.W. Norton &  Company, Inc. 1963.
[4] Csanad Coth y Jozsef Takacs, Sistema de partido único detrás de la Cortina de Hierro, El régimen comunista en Europa Central y Oriental, Editorial Jus. México, 1964.
[5] Víctor Manuel Villaseñor,  Al otro lado de la “Cortina de Hierro”, Sociedad de Estudios Internacionales. México, 1946.
[6] Gabriel García Márquez, De viaje por los países socialistas, 90 días en la “Cortina de Hierro”, Editorial La Oveja Negra, 1957.
[7] Tomado de:  http://www.radio.cz/es/articulo/48016. Acceso Marzo 22 de 2009.

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