APRECIACIÓN DE JAPÓN E INDIA EN LA
RELACIÓN DE ESTADOS UNIDOS CON ASIA
Luego del tratado de San Francisco
firmado en 1951, Japón recuperó su soberanía y comenzó a generar un sistema
institucional de política exterior pasiva bajo una fuerte influencia
norteamericana gracias al tratado de seguridad Estados Unidos – Japón con el
cual la potencia americana ejercía la tutela militar sobre el país asiático. Esto trajo como consecuencia un sin sabor en Japón a
lo largo del tiempo, una negativa percepción de la influencia americana en la
región y una oposición a la alianza americana y al estado de subordinación que
Japón cumplía en esta relación, manifestada por ejemplo, en el establecimiento
de bases militares estadounidenses en territorio japonés.
Hoy por hoy,
las relaciones han tendido al cambio, en declaraciones del presidente Barack
Obama en su primera visita a la región destacó que la alianza Japón – Estados
Unidos es clave para el comercio y la paz en el pacifico. “Yukio y yo hemos
sido elegidos bajo la promesa del cambio, pero no tendría que haber dudas de
que conduciremos nuestros países hacia una nueva dirección, que nuestra alianza
durará y que nuestros esfuerzos se centrarán en revitalizar esta amistad, más
fuerte y exitosa que nunca, en la reunión sobre los desafíos del siglo XXI” [1].
Los mandatarios se reunieron en Tokio para abordar temas como la guerra en
Afganistán, los programas nucleares de Irán y Corea del Norte y el futuro de la
base estadounidense de Futenma, en la isla de Okinawa, que perturbó los lazos
entre ambos países. Así mismo, en la conferencia de prensa conjunta, los
líderes se esforzaron en señalar que mantienen una relación de iguales, y Obama
aseguró que es "el pilar de la seguridad"[2]
en el continente asiático. También Hatoyama reiteró que la alianza sigue siendo
la base de la política exterior de su país, pero aclaró, "dados los
tiempos cambiantes y el clima global, me gustaría profundizar la relación y
crear una nueva alianza Estados Unidos-Japón que sea constructiva y orientada
al futuro".[3]
Por su parte y una semana después de la
visita del presidente estadounidense a la región asiática, el primer ministro
de India Manmohan Singh llegó a Washington con el propósito de afianzar las
relaciones bilaterales entre los dos gobiernos, después de que Obama emitiera
un comunicado conjunto con el gobierno Chino, en el que ambos gobiernos se
comprometían a trabajar para fomentar la paz, la estabilidad y el desarrollo en
esa región. La declaración conjunta sugería que la disputa territorial por la
conflictiva región fronteriza de Cachemira entre India y Pakistán se encuentra
en la esfera de influencia de Beijing, a esto, la cancillería india respondió
que no se podía concebir "ni es necesario el rol de un tercer país" [4]
para resolver la violencia en la zona.
A pesar del impase, la decisión de invitar
a Singh para su primera visita oficial a Estados Unidos, pareció tener el
objetivo parcial de aplacar las inquietudes de India ante la amenaza que
representaría para la influencia regional de ese país un mayor acercamiento
entre China y Estados Unidos, esta influencia parece verse notable ante la
necesidad de Estados Unidos de contar con aliados regionales, no obstante
Washington se esforzó por apaciguar la relación con India, así lo reseñó el
diario “The Times of India” el martes pasado: "Obama hizo todo lo debido
para borrar la impresión de que había degradado los lazos con ese país a favor
de China".[5]
Dejando atrás el impase, Estados
Unidos e India se comprometieron a concretar el acuerdo de cooperación nuclear
firmado en 2005, lo que incrementaría las exportaciones estadounidenses y crearía
empleos en ambos países, las dos naciones aún deben esclarecer algunos puntos
del tratado para que entre en vigor, como el reprocesamiento de combustible o
delimitar responsabilidades en caso de un accidente nuclear. “El acuerdo
nuclear civil de 2005 que Singh firmó con el ex presidente, George W. Bush,
terminó con el largo aislamiento nuclear impuesto a India, luego que ese país
probó una bomba atómica en 1974 y a pesar de que Nueva Delhi rechaza firmar el
Tratado de No-Proliferación Nuclear”.[6]
La percepción de India y Japón sobre la
influencia de Estados Unidos en estas naciones y la región, poco a poco ha ido
cambiando, vemos por ejemplo, que la política americana en Japón de
recuperación económica reemplazó los anteriores intentos de democratización y
reforma política, es decir, las cuestiones políticas se reemplazaron por
cuestiones de producción y esto permitió que la economía de Japón creciera a
pasos agigantados. Por su parte, India, fija su apreciación sobre la influencia
que genera Estados Unidos en la región, en relación con la reciprocidad que
debe existir entre la potencia americana y las potencias asiáticas.
Cabe señalar que por una parte, sí bien es
cierto Japón mantiene reservas en cuento a la influencia de Estados Unidos en
su territorio y en la región por temas del pasado, también es cierto que le
apuesta a los nuevos desafíos bajo el manto de la cooperación y del desarrollo,
y por lo demás reconoce una influencia positiva en la región en pro de la paz y
del desarrollo regional y global. Por su parte India, al firmar una serie de
acuerdos con el gobierno americano, entre los cuales se cuentan expandir los
esfuerzos contra el terrorismo, desarrollar energía limpia para combatir el
calentamiento global, trabajar para detener la proliferación de tecnología
nuclear peligrosa y la coordinación de políticas económicas, entre otras,
manifiesta tácitamente que considera y pretende aprovechar la influencia que
ejerce la nación Norteamérica en su territorio y en la región. Es claro que las
dos naciones, India y Japón buscan sacar el mejor provecho de la relaciones con
los estadounidenses, es claro que la consideran, por ahora una influencia
positiva en la región, pero por último, también es claro que continuarán
teniendo una percepción positiva cuando las posiciones se mantengan de
“iguales” y siempre y cuando no afecte sus intereses nacionales, dinámica que
han aprendido del propio gobierno estadounidense.
En definitiva la apreciación de Japón e
India en la relación de Estados Unidos con sus naciones y en general con Asía,
parece verse condicionada a las relaciones con las cuales se manejen los temas
cruciales para la región. No obstante, con la reciente visita a la región
asiática del gobierno americano, reflejó la importancia que le da Washington a
los países asiáticos y mejoró notablemente la percepción que tienen estos sobre
la influencia considerable que ejerce Estados Unidos en la región.
[1] Tomado de: http://es.euronews.net/2009/11/13/estados-unidos-y-japon-estrechan-lazos/.
Consultado el 24 de noviembre de 2009.
[2] Tomado de: http://www.laprensa.com.ar/Note.aspx?Note=347555.
Consultado el 24 de noviembre de 2009.
[4]
EEUU-INDIA: En busca de no perder vínculos estrechos Análisis de Eli Clifton,
tomado de: http://ipsnoticias.net/nota.asp?idnews=94048.
Consultado el 24 de noviembre de 2009.
[5]
EEUU-INDIA: En busca de no perder vínculos estrechos Análisis de Eli Clifton,
tomado de: http://ipsnoticias.net/nota.asp?idnews=94048.
Consultado el 24 de noviembre de 2009.
[6]
Tomado de: http://www.jornada.unam.mx/2009/11/25/index.php?section=mundo&article=021n2mun.
Consultado el 24 de noviembre de 2009.
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